Lucas Guasch: tecnología blockchain en entornos industriales

Nueva sesión del Club de Innovadores de Girbau LAB con Lucas Guasch, experto en Blockchain en AlphaGrowth, AlphaNodes.io y Ethernodes.io.
Todos hemos oído hablar de Bitcoin. Pero Lucas explica realmente la tecnología que lo hace posible. Durante su charla, explora qué es realmente una blockchain, cómo permite nuevas formas de confianza sin intermediarios y qué significa para el mundo empresarial.

Profundizando en conceptos como contratos inteligentes, trazabilidad y sistemas de pago descentralizados, aterriza sus ideas y analiza cómo podrían aplicarse en entornos industriales como el de Girbau.

Blockchain se relaciona directamente con Bitcoin. ¿Es este el caso de uso más relevante? ¿Porqué?

Según en qué ámbito analicemos su relevancia. Si lo que consideramos relevante es el uso de Bitcoin como reserva de valor gracias a sus atributos, sin duda es el caso de uso más relevante. Bitcoin sigue manteniéndose fiel a los mismos principios que cuando se creó, lo cual le otorga una gran robustez, seguridad y resiliencia para lo que fue diseñado: almacenar e intercambiar valor de forma descentralizada, transparente y sin intermediarios.

Si consideramos lo relevante el hecho de poder utilizar una blockchain para casos de uso más complejos y aplicables a nuestro día a día (sistemas financieros, trazabilidad, identidad digital, etc), entonces la blockchain de Bitcoin no es demasiado relevante en la actualidad. Bitcoin es una red lenta, que puede procesar muy pocas transacciones por minuto, que no permite programación compleja sobre la misma y, además, cara en su uso. Hay otras muchas opciones -Blockchains- que ofrecen un entorno infinitamente más adecuado para implementar soluciones de negocio adaptadas a la vida real. Es como descubrir la rueda (Bitcoin) y luego inventar la bici, el coche o el avión (otras blockchains).

¿Cómo visualizas el impacto del blockchain en el ámbito empresarial en lo próximos años? ¿Crees que se generalizará su adopción, o seguirá siendo una tecnología reservada únicamente a empresas pioneras?

Curiosamente, ya estamos viendo un impacto relevante de blockchain en el ámbito empresarial, quizá más focalizado en propuestas de ámbito financiero si nos centramos en blockchains de acceso público. Esto es así porque este tipo de blockchain permite a cualquier individuo programar una serie de contratos inteligentes, subirlos a la blockchain para los que los ha programado… ¡Y conectar oferta y demanda financiera sin intermediarios! Los contratos inteligentes se encargan de gestionar las rentabilidades, costes de préstamos, liquidaciones en caso de no tener colateral suficiente, etc. Lógicamente, se trata de implementaciones todavía complejas en tanto que son innovadoras y queda mucho camino por recorrer para ver cómo utilizamos esta tecnología en el día a día. ¡Pero ya estamos viendo todo el potencial que la tecnología puede ofrecer!

En este sentido, la tecnología tiene que ser un medio para un fin. Una adopción generalizada va a requerir de empresas que quieran apostar por sistemas más transparentes, automatizados y autónomos, sin que sus clientes / usuarios noten o sientan que están interactuando con una tecnología concreta.

Una evolución análoga sería la de internet y el email. Al principio, el principal uso de internet era el intercambio de información plana (emails en su forma más compleja). Hoy en día ya somos capaces de hacer cualquier cosa que nos imaginemos en internet: compras on-line; gestionar stock de diferentes fábricas en tiempo real; trazar todo el ciclo de vida de un producto a través de la cadena de suministro…con blockchain, podríamos decir que sabemos hacer algo más que enviar emails, pero estamos lejos de implementaciones sólidas en procesos de negocio complejos. ¡Queda mucho camino!

¿Cuáles son los principales retos que podría afrontar una empresa, especialmente industrial como Girbau, al adoptar blockchain en su modelo de negocio?

El reto no es la tecnología, sino cambiar el “chip”. Blockchain no es poner un software nuevo, es pensar distinto: compartir datos, automatizar reglas, dar autonomía a los procesos. Requiere confianza, coordinación y visión.
Pero si hay que categorizar los retos… El primer gran reto en una empresa, industrial o no, es entender qué propone esta nueva tecnología para, así, poder reflexionar sobre cómo la tecnología puede ayudar a hacer la industria más eficiente y transparente. Todo ello exige de un proceso de reflexión profundo: blockchain es un medio y, como tal, debe adaptarse a fin concreto en la industria.

Superado ese primer reto y entendido cómo y en qué procesos puede ayudar la tecnología a tu industria, hay que preguntarse por el valor que aporta aplicar la misma tanto a la propia industria como a su cliente final. A cualquier aerolínea le gustaría pintar sus aviones enteros con diferentes colores y colaborando con diferentes artistas. Pero si son principalmente blancos es porque pintar un avión entero incrementa muchísimo su peso, lo que lo hace menos eficiente y más contaminante… sin aportar algo realmente diferencial a los pasajeros. Con blockchain, la reflexión es similar: a nivel comunicativo es muy atractivo, pero debemos preguntarnos si aportará valor real a nuestro propio negocio y al usuario final.

Por último, el tercer gran reto es puramente tecnológico. Blockchain está en una fase incipiente y estamos aprendiendo a cómo hacer más eficiente la implementación de la tecnología en las empresas. Son desarrollos e implementaciones con un coste relevante, por lo que si realmente tiene sentido implementar una solución blockchain en tu industria porque el upside es el deseado, tendrás que contar con un periodo de adaptación interno al uso de nueva tecnología. Como indicaba, lograr cambiar el chip.

¿De qué manera consideras que la trazabilidad proporcionada por blockchain puede aportar valor añadido a empresas industriales, especialmente en términos de sostenibilidad o eficiencia operativa?

Es un caso de uso muy claro. Las empresas industriales trabajan con una cadena de suministro grande, normalmente globalizada, lo que genera más importancia a la trazabilidad y sostenibilidad. Cuando observamos las diferentes certificaciones de sostenibilidad, todas ellas se basan en una “foto” en un momento concreto del tiempo. Además, la información contenida en esa foto es difícilmente verificable o, en cualquier caso, no existe la seguridad respecto a una posible alteración de la misma. En este ámbito, blockchain es de gran utilidad, pues puede proporcionar un contexto en el que cualquier acción en la cadena de suministro quede registrada en tiempo real, sea inmutable y sea transparente para todos los involucrados.

Esto ayudaría no sólo a mejorar la calidad y robustez de los certificados de sostenibilidad, sino también a identificar en tiempo real el origen específico de un producto en mal estado dentro de la cadena de valor y a implementar eficiencias dentro de la misma.

Otra cuestión es preguntarse si este sistema de trazabilidad debe ser implementado por cada industria / empresa bajo sus estándares o si debería existir un conjunto limitado de estándares que facilitaran la implementación por parte de las empresas (como certificación ISO vs SOC). Ya hemos visto a algunas empresas implementar blockchain para la trazabilidad de su supply chain y, probablemente en el futuro veamos estándares industriales privados que acaben siendo adoptados por la Administración en estos esfuerzos.

¿Cómo piensas que blockchain puede contribuir específicamente a la industria de la lavandería?

Mucho más de lo que parece. Imagina que cada lavadora industrial tiene un historial digital: sabes cuánto ha trabajado, qué piezas se han cambiado, si se ha usado de forma eficiente… Eso ayuda a mantenerla mejor, alargar su vida útil y dar mejor servicio. Y, además, puedes premiar a los técnicos o a los clientes que la usan bien, como si fuera un “programa de puntos” pero inteligente. Blockchain no es solo tecnología, es una nueva forma de organizar relaciones entre personas, máquinas y datos. Si además le sumamos la capacidad para demostrar que se es más sostenible a lo largo del proceso con datos inmutables y verificables, el impacto puede ser 360 para la industria de la lavandería.

De todas formas, nunca hay que olvidar que se trata de una tecnología que debe ponerse al servicio del producto o servicio, no viceversa. El core de una industria de lavandería debe seguir estando en el propio proceso de lavado y la logística que le envuelve. La tecnología tiene que ayudar a mejorar ese proceso.

¿Cómo lavaremos la ropa en 2040?

Con mucha menos agua y con mucho más sentido comunitario. Quizá las lavadoras interpreten qué tipo de prenda has metido para elegir el programa más eficiente. Y, quizá, a su vez, nos atrevamos a compartir máquinas comunitarias con incentivos de uso en los momentos de menor consumo energético. Es un camino bonito por descubrir y construir… ¡En el que ojalá blockchain aporte su grano de arena para mejorarlo!